Resulta que paseando por las calles tan características del casco antiguo de Cádiz, topamos con un local que nos llamó la atención por fuera con sus flores, su colorido, y decidimos entrar.
La decisión fue acertada porque no esperábamos encontrarnos con lo que vimos. Un local caracterizado con detalles antiguos que te trasladan a esa niñez que tuviste.
Decoración, juguetes, televisiones, vajilla, pared, todo cuidado hasta el más mínimo detalle.
Se llama: "El Café de Ana".
El Café y la variedad en bollería se queda insignificante porque el placer de estar ahí es de disfrutar del local, de la compañía.
Qué bien haber conocido este lugar.
Te felicito Ana, aunque no te conozca por el local tan currado que tienes. Nos encantó. Muchas gracias.
Dejo algunas fotos mías.